lunes, 23 de julio de 2007

El modo de los compas

Hay un modo, no? un modo distinto, un otro modo que es el modo de los compas. Ya de por sí aquí es otro modo pero parece que los compas tienen el suyo particular, forjado en estos años de ir y venir y de tener que cuidarse. El compa es callado, pura reserva, no hace gritos ni grandes espamentos, sino que más bien escucha y mira, callado. El compa es discreto, no pregunta ni responde más allá de lo que le parece atinado, que es bien poco, porque ese es su modo. Un compa jamás le va a faltar al respeto a una compañera o a una mujer cualquiera. Los compas tienen su tiempo, trabajan y comen y descansan a su tiempo y claro, su tiempo es callado, pues, como los compas.
En Morelia, también conocido como El corazón del arcoiris de la esperanza, hay gran agitación en estos días por que están preparando el II Encuentro de los Pueblos Zapatistas con los Pueblos del Mundo. En uno o dos días se levantan dormitorios enteros, y comedores y letrinas y escenarios. Día a día llegan grupos de distintas comunidades pertenecientes a varios municipios autónomos a hacer su trabajo en el Caracol. Caminan en fila por las laberinticas calles y cuando por el camino se cruzan con un grupo de otra comunidad, se detienen tantito, las dos filas muy juntas y enfrentadas, y van pasando y saludándose y dándose la mano. Uno por uno, como en el futbol.

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